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Imaginad un día normal, un día como otro cualquiera en el que tenéis planes y los hacéis para mañana, el fin de semana, la semana siguiente, etc. Imaginad que todo es como otro día. Os dirigis ha vuestro trabajo o donde tengáis que ir, en vuestro coche. Todo transcurre como siempre, como sucedió el día de ayer y como esperáis que sucederá mañana, nada indica lo contrario ¿por qué tendría que cambiar?.
Seguid imaginando que estáis en camino y que de reojo veis una moto (u otro vehículo) que se os hecha encima. Sin tiempo para reaccionar pegáis un volantazo para evitar un choque, con la mala fortuna de que al otro lado tenéis una farola. Imaginad que sólo os da tiempo ha pensar o incluso gritar "mierda" y...
Imaginad que inmediatamente después todo el cuerpo os arde, el coche está lleno de humo y sólo buscáis el anclaje del cinturón de seguridad para quitároslo y salir de ahí. Imaginad también que la moto que esquivásteis simplemente "desaparece". Muchos de esos planes se frustraron y la verdad es que no os importan nada, mientras que os imponen otros, todos burocráticos a los que no les véis sentido.
Simplemente imaginaros esto porque hasta que hoy no me ha sucedido yo no me lo imaginaba.
Y bueno, os dejo que tengo que hacer planes para mañana, otra cosa llevarlos a cabo.
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